Dice la tradición que ya en el siglo I A.C. Estrabón, geógrafo griego, nos contaba en su libro Geografía que la Península Ibérica tenía tal número de árboles que una simpática y ágil ardilla podía cruzarla de Sur a Norte saltando de árbol en árbol, sin tocar el suelo.
Sin entrar en la certeza o no de las tradiciones y del buen criterio de Estrabón, lo cierto es que hoy en día nuestra ardilla lo tendría bastante complicado…salvo que tuviera récord olímpico de salto de árbol.
Si bien en la Antigüedad, nuestro país estaba cubierto de un enorme manto de arbolado de múltiples especies … como robledales, abedulares, hayedos, encinares y otras muchas especies, poblaban la Península y proporcionaban madera, frutos, sombra, alegría y oxígeno a nuestros antepasados.
Ante el próximo Día Internacional del Bosque desde SINTALA DESIGN y DASOS PRODUCTOS NATURALES queremos dedicar un momento, entre el frenesí del trabajo, la prisa, la pandemia y el humo, para recordar a nuestra amiga la ardilla saltarina y esa etapa de nuestra historia en la que la naturaleza, los árboles, el aire limpio y, en general, el Bosque, eran protagonistas de nuestra vida.
Ni es posible, ni quizás deseable, volver al pasado. La economía, el crecimiento demográfico, la industria y el progreso han cambiado mucho nuestras vidas y con ellas, nuestro entorno, nuestro paisaje y nuestros bosques. La deforestación ha sido imparable y nuestro ecosistema ha cambiado; el progreso es necesario pero ha agredido al Planeta y lo está haciendo más agresivo, más inhóspito y menos amable.
Por eso, en este Día Internacional de los Bosques deseamos hacer un llamamiento a cuidar y recuperar el Bosque, a mimar nuestro ecosistema y a apostar por la biodiversidad, la ecología y el cariño a la Naturaleza. Nosotros deseamos respirar aire limpio, sentir el vibrar de las hojas de los árboles mientras paseamos bajo su sombra y su mirada. Nosotros apostamos por el progreso sostenible, el uso del tiempo para disfrutar del ecosistema, de la madera, del olor a hierba y del salto de esas ardillas entre los árboles.
Y es que restaurar el Bosque es mucho más que cuidar la Naturaleza para que crezca; es plantar la vida (o al menos las raíces que la sustentan) y construir así un mundo mejor para nuestra salud, la de nuestros hijos y la de generaciones futuras. Al replantar nuestros Bosques de forma sostenible, se crean espacios nuevos donde las plantas y los animales pueden desarrollarse. Es, además, una forma de apoyar actividades económicas que aportan empleo y permiten una vida mejor a muchas personas.
Nosotros tenemos claro nuestro papel, y por ello toda la madera con la que trabajamos procede de árboles que no han sido talados para tal fin: por el contrario, nuestra materia prima se obtiene de la búsqueda de podas, restos de otras industrias, o ejemplares recuperados tras su caída por inclemencias meteorológicas, contribuyendo así con el cuidado de los ecosistemas y sin tener que agredir al bosque o al medio ambiente.
Porque nosotros queremos recuperar los bosques y que éstos continúen ayudándonos a vivir. Y es por ello que los productos que ofrecemos están hechos artesanalmente con materiales sostenibles que convertimos en objetos que van desde pequeños bolígrafos, a muebles para tu hogar, así como viviendas ecológicas y sostenibles. Deseamos el progreso y el confort, pero llevando como escudo el respeto por nuestro ecosistema, por nuestros Bosques.
Tan solo se trata en esta reflexión de recordar en el Dia Internacional del Bosque a nuestros orígenes, a nuestras ardillas saltarinas y al medio por el que se movían.
Sí quieres celebrar el Día Internacional de los Bosques, aprovecha esta fecha para empezar a pensar en verde y dar comienzo a un estilo de vida mucho más sostenible para nosotros y nuestro entorno. Aprender a cuidar, valorar y proteger los Bosques es un esfuerzo y una decisión que el ser humano debe asumir con responsabilidad. Porque son muchas las contribuciones que de manera individual y colectiva podemos brindar para que la biodiversidad de la Tierra no se apague y podamos seguir disfrutando en los años venideros del llamado pulmón del mundo.