El Cepillo de Madera para el pelo y sus beneficios
¿Sabías que el cuidado del cabello ha ocupado nuestro interés desde el inicio de los tiempos hasta nuestros días?
Origen de fuerza, de magia, de erotismo, de sabiduría... mantener el cabello de determinada manera siempre ha formado parte de nuestras costumbres y nuestra identidad cultural, social y étnica.
El pelo ha sido objeto de cuidado en todas las culturas y todos los tiempos. Inicialmente peinarse era sinónimo de limpieza, y la mejor manera de eliminar residuos desenredando, desparasitando, alisando... Pero con el paso del tiempo, este acto ha ido atendiendo a otros criterios como la estética, la belleza e incluso el estatus social.
Historia del Cuidado del Cabello
Culturas tan diversas como la china, la japonesa, la romana, la griega o la africana encontraron en la forma y el cuidado del pelo un signo de identidad ¡Incluso en ocasiones el corte de pelo podía suponer un acto de humillación ¿Recordáis cómo en La Biblia el corte de pelo de Sansón representa la pérdida de su fuerza, y su recuperación el triunfo sobre los filisteos?
Hace más de 25.000 años, en pleno Paleolítico, aparecen figuras como la Venus de Willendorf en la que se aprecia un cabello cuidado y adornado. O incluso si nos fijamos en la famosa dama de la capucha, encontrada en Francia, cuya cabeza aparece peinada y cuidada con todo esmero, comprobamos que tanto cazadores como recolectores ya representaban sus símbolos de belleza a través del cabello.
En los dioses del Olimpo de la mitología griega y romana podemos encontrar también un claro ejemplo de esta simbología: el largo pelo rizado y la barba de Zeus, la envidiable melena rubia de Afrodita, las trenzas de Calipso o el frondoso pelo de Pandora. Recordemos también cómo Afrodita, celosa del hermoso y bien cuidado cabello de Medusa, quien sedujo a Poseidón, la castiga convirtiendo sus trenzas en serpientes.
Si volvemos la vista a Mesopotamia comprobaremos que también los sumerios, acadios y babilonios realizaban estas prácticas, alcanzando cuidadosas formas y peinados que suponían una clara representación de poder, de realeza, de estatus social y belleza.
De igual modo podemos hablar de los peinados egipcios y si seguimos recorriendo la historia y la mitología no dejaremos de encontrar representaciones de mil maneras de cuidar el cabello, de adornarlo y de convertirlo en un auténtico símbolo.
Incluso de manera más reciente, las diversas religiones tampoco han sido una excepción de estas representaciones, manifestando a través del cabello un criterio diferencial respecto al resto de ciudadanos: el rapado budista, la tonsura católica, la longitud del cabello y la barba el sijismo... suponían para sus integrantes un signo de referencia o un criterio para resaltar sus diferencias.
Si nos adentramos en la forma de cuidar el pelo, inevitablemente nos introducimos también en la historia del peine y el cepillo, compañeros inseparables en la cultura, y su utilización para alisar, ensortijar, desenredar y encrespar el cabello.
Cepillos de Madera para el Pelo
El empleo del peine y el cepillo se remonta a las civilizaciones más antiguas, cuando el ser humano, tras descubrir que un cabello limpio y cuidado es un signo de limpieza diferenciada, comenzó a dedicar sus esfuerzos a mantenerlo.Pronto, el acicalado del pelo se convierte en un acto natural y en un signo cultural de sabiduría...de manera que los peines empiezan a ser utensilios de uso diario. No será hasta más adelante cuando comience a utilizarse el cepillo, principalmente para solucionar la necesidad de las damas y caballeros más nobles de cuidar y desenredar el cabello largo, haciéndolo de forma más cómoda y menos agresiva. Los tocados y cuidados del cabello requerían instrumentos fáciles de manejar, con un mango que permitiera un uso cómodo para el cuidado de las cabelleras y pelucas adornadas tan empleadas en la época como símbolo de riqueza y estatus social.
Generalmente estos peines y cepillos eran diseños únicos, realizados a mano, artículos de lujo limitados al alcance de la clase social más elevada. Requerían un trabajo artesanal que incluía la talla o forja de un mango de madera o metal, así como la costura de cada filamento a mano. Paulatinamente, su uso se ha ido popularizando hasta el momento actual, donde su uso se extiende a casi la totalidad de la población. Incluso los fabricantes de pinceles desarrollaron un proceso de fabricación más simplificado con el fin de poder atender la demanda creciente.
Parece ser que la inventora oficial del cepillo fue la peluquera afroamericana Lyda D. Newman en Nueva York, quien en 1898 patentó el diseño de un cepillo fácil de manejar y mantener limpio, fabricable y duradero. Más adelante, en el año 1979, la empresa francesa Felloiuid se encargó de ampliar su patente.
Manteniendo la línea de diseño únicos y artesanales, Sintala Design crea cepillos a partir de diversas madera procedentes de árboles sin talar, utilizando restos de podas, dando una segunda vida a materiales desechados... es decir, respetando el medio ambiente. Ya que como hemos comprobado, la preocupación por nuestro cabello viene de antiguo, pero el cuidado por la naturaleza es un valor al que debemos dar más importancia que nunca en nuestro presente.
Sus singulares cepillos facilitan el cuidado del cabello, ofreciendo diferentes grados de dureza de filamento para ajustarse al tipo de cabello y uso que se desee dar: los cepillos hechos con pelo de cabra poseen una suavidad única, siendo idóneos para el delicado pelo de los bebés, mientras que los cepillos con filamentos más duros como los de jabalí o cerdo, desenredan a la perfección tanto el cabello de mujer como la barba de hombre.
Su diseño y materiales no sólo lo convierten en el mejor utensilio para cuidar el cabello, si no que además suponen la nota de color del entorno, siendo un complemento más para el hogar... fruto de una selección basada en el cariño y el máximo respeto a la naturaleza y el medio ambiente, poseen un valor imposible de encontrar en otros cepillos.
La naturaleza siempre nos ha proporcionado los mejores ingredientes para cuidar adecuadamente el pelo. Por esa razón, emplear productos naturales para lavar y desengrasar el cabello es sin duda la mejor manera de mantenerlo sano y brillante: usar la lavanda, la caléndula o la miel, antes de acostarnos o al levantarnos, contribuye a lucir un cabello sano, con un aspecto brillante y natural.
Además, ¿sabías que recientes estudios han demostrado la importancia del uso del cepillo de madera con cerdas naturales para el peinado y cuidado del cabello?
Beneficios de los Cepillos de Madera para el Cabello
* El cepillo de madera natural masajea el cuero cabelludo, produciendo un suave masaje que estimula los folículos pilosos y promoviendo el crecimiento del pelo de manera natural.
* El cepillo de madera previene la caída del pelo, pues evita la rotura del cabello, estimula su raíz, y ayuda a que se vuelva más fuerte y sano.
* Los cepillos naturales con cerdas anchas y suaves hacen que los mechones se separen más fácilmente y el pelo se maneje mejor, sin necesidad de tirones en el cabello.
* Los cepillos de madera suavizan y aportan brillo al cabello, ya que la madera es un material que no genera carga estática ni se calienta con la fricción , por lo que a diferencia de lo que ocurre con los cepillos de plástico, los cepillos de madera no encrespan el cabello durante el peinado.
* Los cepillos de madera no raspan ni resecan el cuero cabelludo, pues la madera es un material hipoalérgico que evita la sequedad y el daño de la piel durante el cepillado.
Para terminar, no queremos despedirnos sin darte algunos consejos muy útiles para el cuidado del cabello. ¡Seguro que los agradecerás!:
- Empieza a cepillar desde las raíces del pelo, deslizando el cepillo por todo el cabello hasta las puntas y peinando cada sección del cuero cabelludo varias veces. Incluso puedes encorvarte para cepillar el cabello desde la nuca hasta las puntas, consiguiendo así mejorar el flujo sanguíneo a la parte superior del cuero cabelludo.
- Procura cepillar el pelo siempre en la misma dirección, desenredando en primer lugar las puntas y sujetando cada mechón para evitar así rupturas innecesarias.
- Cepilla el cabello dos veces al día (por la mañana y antes de acostarte) dando un buen masaje mientras lo haces...¡sin pasar el cepillo rápidamente! Regálate un momento de tranquilidad y disfruta con calma del placer de peinarte.
- Proporciona un cepillado en seco antes de lavarlo con agua. Así facilitarás que el champú penetre entre el pelo de forma correcta. Ahora que sabes tanto del cabello y sus cuidados... ¡Es el momento de dedicarle el tiempo y valor que se merece!
Recuerda que en Dasos cuidamos de las personas, y por ello estamos seguros de que en nuestra sección de cepillos puedes encontrar el que mejor se adapta al tu pelo y sus necesidades.