En los pueblos andinos es costumbre ancestral venerar a La PACHAMAMA, también conocida como MADRE TIERRA (o madre de la tierra). Esta diosa fue venerada por los Incas como diosa de la fertilidad y se cree que presidía las cosechas y representaba a nuestro planeta, a la Tierra o al espacio donde vivimos.
Si buscamos la etimología en las antiguas culturas incas, podremos ver que la palabra Pacha significa tierra, cosmos, universo, mientras que la palabra Mana o Mama, encarna a la madre. Con su unión, las culturas antiguas querían referirse a la fertilidad y el amor con el que la diosa nos cuida y nos arropa.
Más allá de las culturas andinas, eran muchos de nuestros ancestros los que ya se referían a nuestro mundo como MADRE TIERRA, pues sabían que ella es el origen de la Vida, allí donde nacen, crecen y mueren las diversas generaciones. Diosa que nos da de comer, que nos proporciona agua, viento, oxígeno y alimento tanto para el cuerpo como para nuestro espíritu.
Porque cuando los días vienen grises y nuestra alma precisa de sustento… ¿A dónde nos dirigimos? Nos alejamos del bullicio, del ruido, del caos… y es entonces cuando nos refugiamos en los brazos de la Madre Tierra. Caminamos, sentimos el viento y el aroma de la hierba húmeda, escuchamos el mar, disfrutamos del sol, escuchamos atentos el murmullo del torrente, nos sumergimos en los bosques… y volvemos a vivir.
Necesitamos de la MADRE TIERRA y ella acude a nuestro auxilio.
Pero la Madre Tierra también necesita de nosotros: precisa de nuestro cuidado, respeto y amor.
Por ello en este día 22 de abril, día Internacional de la Madre Tierra, reiteramos la importancia de nuestra aportación para lograr el cambio hacia una economía más sostenible, demostrando que es perfectamente viable lograr el equilibrio entre el estilo de vida de las personas y el ritmo del propio Planeta. ¿Sabías que esta fecha se celebra desde el año 1970 con el objetivo de concienciar a la humanidad sobre los problemas generados por la superpoblación, la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales?
Sin embargo el ser humano, lejos de cuidarla como se merece, la estamos agrediendo. Fijémonos en la contaminación de los mares, llenos de plásticos y vertidos humanos artificiales que torturan la vida de sus acuáticos habitantes. Fijémonos en los campos, antaño cubiertos de árboles por donde saltaba nuestra antigua amiga la ardilla, hoy yermos, faltos de densa vida. Fijémonos en la atmósfera, cubierta de humo y polvo, con temperaturas que superan sus records, que se agrava cada año por incendios desoladores que acaban con todo a su paso. Fijémonos en las calles repletas de residuos arrastrados por el viento y los coches.
Y ahora, en pleno 2021, aún estamos enfrentándonos a una situación de pandemia a nivel mundial que nos acerca aún más a una vinculación con nuestra salud y la de nuestro ecosistema.
El impacto del coronavirus acapara ahora nuestra atención, pero no debemos olvidar que la crisis ambiental es también una auténtica emergencia para todos. La biodiversidad está en pronunciado declive y los efectos del cambio climático no cesan. Se estima que alrededor de un millón de especies animales y vegetales se encuentran actualmente en peligro de extinción. ¿Sabías en los últimos 35 años hemos perdido un tercio de la vida silvestre global? Párate un momento a reflexionar acerca de esa cifra, y te darás cuenta de la enorme pérdida que hemos sufrido.
Por eso, desde Sintala Design y Dasos queremos recordar en su día a la Madre Tierra y como tal, amarla, respetarla y, por desgracia, restaurarla. Desde aquí queremos lanzar un canto a su cuidado, a respetar nuestro entorno, a cuidar nuestros campos, nuestros ríos, nuestros árboles, nuestros cielos… nuestro Planeta. Como amamos y respetamos a la madre que nos da la vida, pedimos amor y respeto a la Madre Tierra, que es la primera en ofrecernos todo eso y más.
Con nuestro trabajo, nuestra ilusión y nuestro esfuerzo queremos contribuir a cuidarla. Por eso trabajamos con maderas y productos naturales que no la agreden, recuperando los restos de podas de sus árboles para evitar la tala que acabe con la vida de dichas especies, evitando así perjudicar al medio ambiente. Queremos, en la medida de nuestras fuerzas, devolver a LA MADRE TIERRA parte de lo que ella nos da.
En el día de la Madre Tierra. .¡¡¡ FELIZ DÍA PACHAMANA¡¡¡